Seguro que te suena la teoría
de que las agujetas las producen los microcristales que se clavan en las fibras
musculares formados por el acido láctico que produce el musculo durante el
ejercicio. Esto es falso, ya que se ha
comprobado que personas con el síndrome de McArdle (personas incapaces de
generar acido láctico) también sufren agujetas, que en realidad son producidas por microlesiones musculares y tendinosas, que hace que se acumulen gran cantidad de metabólicos o desechos, que dan paso a una reacción inflamatoria e irritan las fibras nerviosas produciendo dolor.
¿Cómo
tratarlas?
¡Con un vaso de agua con azúcar
después del ejercicio! ¿Cuántas veces habré escuchado esta frase? Antiguamente
se pensaba que el azúcar ayudaba a disolver los microcristales de acido
láctico, pero como ya sabemos, dichos microcristales no existen, así que el agua con azúcar no nos ayuda.
No existe un remedio milagroso
para quitar las agujetas ni para evitarlas. Pero se puede disminuir su efecto
si:
· Antes del ejercicio hacemos un calentamiento
adecuado.
· Durante el ejercicio
realizamos un trabajo progresivo, sin llegar a extremos.
· Y después del ejercicio puedes
masajear la zona con un antiinflamatorio no esteroideo y colocar frio.
Tomar una alimentación equilibrada también ayudará
a tus músculos a desechar toxinas ¡el zumo de limón es un gran aliado para
eliminar toxinas de nuestro cuerpo!
Si llevas mucho tiempo sin
realizar ejercicio físico mi recomendación es que comiences despacito, y cuando
aparezcan las primeras agujetas (que son las peores) no dejes de practicar
deporte, pero hazlo a menos intensidad, esto ayudará a tus músculos a eliminar
los desechos y recuperarse antes.
Sheila Alonso.
Entrenadora de Zagros Sports Puerta de Europa.
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