A
veces no basta con comer de todo, las prisas, el estrés o los cambios
de temperatura pueden hacer que tengamos déficit de ciertos nutrientes.
Para cubrir todas tus necesidades puedes escoger entre una gran variedad
de suplementos.
En
circunstancias normales, una dieta adecuada y equilibrada puede
proporcionarnos todos los nutrientes necesarios para el normal
desarrollo y mantenimiento de un organismo sano, pero las
investigaciones realizadas demuestran que esta situación ideal no se da en la práctica para todos los nutrientes ni para todos los grupos de población, por ello nacen los suplementos nutricionales.
Estos suplementos son productos que contienen algún ingrediente alimenticio y que se utilizan para complementar o mejorar la alimentación habitual. No son, por tanto ni medicamentos ni sustitutos de los alimentos ni de alguna comida.
La legislación sobre los complementos alimenticios (Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo y del Consejo), explica que son fuentes concentradas de nutrientes (vitaminas y minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales, antioxidantes y fibras) o de otras sustancias (plantas) que tengan un efecto nutricional o fisiológico.
Se presentan en forma dosificada (cápsulas, pastillas, sobres, ampollas…) y se deben tomar en pequeñas cantidades.
Son seguros y están regulados
Por el momento en esta Directiva sólo se incluyen aquellos suplementos que contengan ciertas vitaminas y minerales
(enumerados en su anexo), de los cuáles se incluyen 13 vitaminas (entre
ellas la A, D, E o el ácido fólico) y 15 minerales (como el calcio, el
magnesio, el sodio o el hierro, entre otros). Además, para que no haya
problemas en su consumo, la Comisión Europea fijará los criterios de pureza y las cantidades mínimas y máximas autorizadas.
¿Y qué sucede con aquellos otros nutrientes que no están especificados en los anexos del documento? Pues que se permitirán, siempre y cuando se comercialicen en la fecha de entrada en vigor de esta Directiva y, siempre y cuando, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no haya emitido ningún dictamen negativo.
Algunos de
los criterios que deben aparecer en el etiquetado de estos productos es
que: no se utilicen como sustitutos de una dieta equilibrada; que se
indique que no son medicamentos (desde el 2003 pasaron a calificarse
como alimentos); tampoco se incluirá la propiedad de prevenir, tratar o
curar una enfermedad, así como, no podrán aparecer alusiones que
sugieran o declaren que una dieta variada y equilibrada no aporta las
cantidades adecuadas de nutrientes en general.
¡QUE QUEDE CLARO!
- Deben satisfacer cada día al menos el 15% de las aportaciones nutricionales recomendadas de los nutrientes que contienen.
- No son medicamentos.
Pueden mejorar el estado nutricional, pero no curan ninguna enfermedad.
Están dirigidos a personas con buena salud que desean mantenerse y no
necesitan prescripción médica.
- Son seguros.
Están sometidos a una reglamentación estricta que les impone un sistema
de calidad que permite asegurar la trazabilidad, la higiene y la
seguridad al consumidor. Deben indicarse todos los ingredientes que
contienen y las recomendaciones de uso.
Existe una amplia gama
de nutrientes y otros elementos que pueden estar presentes en los
complementos alimenticios, entre otros: las vitaminas y minerales, los
aminoácidos, los ácidos grasos esenciales, las fibras, diversas plantas y
los extractos de hierbas. Algunos son:
-
Levadura de cerveza: contiene principalmente: proteínas (33%); vitaminas, sobre todo, del grupo B y ácido alfa lipoico, un potente antioxidante.
-
Antioxidantes: son
sustancias que neutralizan la acción de los radicales libres y puedes
ayudar a prevenir la aparición de ciertas enfermedades
(cardiovasculares, neurodegenerativas, la diabetes o el envejecimiento).
Se encuentran de forma natural en frutas y verduras, aunque también los
puedes encontrar en diferentes suplementos.
-
Fibra dietética: se
encuentra en las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, frutos secos y
cereales integrales. En caso de que no se coma suficiente cantidad de
estos alimentos, se pueden tomar suplementos con prebióticos (inulina y
oligofructosa).
-
Jalea real y polen: son
productos de la colmena muy nutritivos por su contenido en proteínas,
vitaminas y minerales. Se utilizan en caso de agotamiento, falta de
apetito, como reconstituyente o en la convalecencia de enfermedades.
-
Combinados de vitaminas y minerales: son
los suplementos más utilizados, se estima que el 10% de la población
española los consume, casi siempre, por la vía de la automedicación.
-
Algas marinas: nos
pueden ayudar a regular el tracto intestinal, eliminar toxinas, son un
sustituto de la sal, fortalecen los huesos y son saciantes y bajas en
grasa.
Las
mujeres embarazadas y aquellas que recurran a la lactancia materna; los
ancianos; los niños con alguna deficiencia vitamínica o nutricional;
aquellas personas que sigan una dieta de menos de 1200 kcal; algunas
personas con algún tipo de alergia alimentaria o de enfermedad; si se
toman medicamentos que interactúen con las vitaminas; si se padece
insuficiencia renal, enfermedad del aparato digestivo o una intervención
quirúrgica del estómago.
¿En cuáles podemos confiar?
En
los que estén prescritos por un profesional sanitario, que estén
envasados adecuadamente y en donde se puedan comprobar: los
ingredientes, la fecha de caducidad y de consumo preferente, el registro
sanitario, la cantidad, las recomendaciones de uso, la dosificación, el
nº de lote y la razón social.
¿Cómo se deben incluir en la dieta?
Siempre
se aconseja hacerlo bajo el asesoramiento de un profesional sanitario
(dietista-nutricionista, médico o farmacéutico) que, según el caso,
recomendará un suplemento u otro dentro de una pauta individualizada.
¿Son perjudiciales en algún caso?
En
el caso de las algas, durante el embarazo pueden suponer un aporte de
yodo excesivo, produciendo efectos adversos. También si se toman en
exceso o de forma innecesaria los complejos multivitamínicos y
minerales.
¿Se pueden tomar dos suplementos distintos a la vez?
En el caso de las vitaminas y los minerales, puede haber interacción entre estos o una intoxicación si se consumen en exceso.
¿Cuánto tiempo se pueden tomar?
Dependiendo
del tipo de suplemento dietético, pero siempre mientras persista la
carencia o la situación que determinó el consumo.
¿Dónde se deben adquirir?
En establecimientos autorizados como algunas tiendas de productos dietéticos, parafarmacias y farmacias.
Rubén Portes Sánchez.
Entrenador de Zagros Sports La Moraleja.