POR FIN UN GIMNASIO QUE NO ES UNO MÁS
Parece
mentira que ya han pasado casi cinco años desde que en la empresa en la que
trabajo, para motivarnos, nos propusieron a una compañera y a mí el lujazo de
apuntarnos a Zagros, y como no soy de la zona dije, “¿ y qué es eso?”.
Cuando me
explicaron que un gimnasio, toda la ilusión inicial, se desvaneció en un
segundo, tenía todas las reticencias del mundo al respecto, porque aunque mi
amiga ya era una fanática del deporte, yo, por no hacer, ni subía andando unas
escaleras!! No fuera que me diera algo!! (jejeje). En realidad, yo era de las
que se apuntaba a un gimnasio, de más o menos prestigio, pagaba incluso un año
por adelantado para obligarme a ir, pero a los tres meses como mucho lo iba
dejando y dejando hasta que no volvía, era el “suplicio obligatorio” por el que
creía tenía que pasar todos los años antes de la famosa operación biquini, pero
que evidentemente, ni conseguía, ni me valía para nada.
Todo
cambió cuando conocí este club, que como he dicho, aún sin confiar nada en él
al principio porque para mí no era más que “otro gimnasio en el que perder
dinero”, ha cambiado mi vida, mis hábitos, mi autoestima, etc., y he conocido a
gente maravillosa, tanto compañeras, como del staff, que aprovecho desde aquí
para agradecerles todo el apoyo, atención y cariño cuando he estado meses sin
poder ir por motivos de salud, concretamente una lesión que da mucha guerra, y
sé de buena tinta que han estado pendientes de mí en todo momento, y que siguen
estándolo.
Mis impresiones pueden parecer exageradas o desmesuradas, pero en mi
caso es lo que ha pasado, no solo porque ahora me gusta el deporte, algo
obviamente muy positivo que incluso ha mejorado en gran medida mi salud y
dolencias de espalda, porque no olvidemos que el deporte no solo es para
adelgazar o mantener la línea, sino que sirve para miles de cosas: activa la
circulación, da energía, mejora el ánimo, regula el insomnio, ayuda a mantener
el corazón saludable, etc., y a nivel particular, tengo que reconocer que es una
de las motivaciones de mi día a día, un desestresante natural, en definitiva, es
uno de los mejores momentos de la jornada.
De hecho, los lunes por ejemplo, que
son el peor día de la semana para cualquier trabajador, que incluso el domingo
por la noche ya estás desalentado pensando en que se acabó el descanso, pues
bien, ya le veo la parte positiva cuando estoy preparando la bolsa de deporte
por la mañana porque sé que a medio día tengo la cita ineludible de una
actividad que me encanta, me divierte, me fascina, y lo mejor de todo, hace que
me olvide de que es lunes, de los problemas y/o responsabilidades, y en
general, de todo. Dejarse llevar por la
música y por las sensaciones que en mí provoca, algo que debido a la vorágine
de vida que llevamos todos hoy en día, debería ser obligatorio por salud
mental. Y como esta clase de los lunes, puedo mencionar muchas otras, que para
conseguir ir, tengo que hacer malabares porque no me coinciden los horarios o
incluso tengo que ponerme el despertador el sábado por la mañana, algo que
cuando cuento en mi entorno piensan que estoy completamente loca y lo que estoy
es “enganchada” a Zagros.
Hoy
en día no imagino mi vida sin deporte. Cada uno tiene que buscar qué es lo que
le gusta, lo que le divierte sobre todo, porque es fundamental que no resulte
pesado o se realice por obligación. Y quizás eso es lo que ha diferenciado este
gimnasio del resto, que gracias a los profesionales y a la multitud de
actividades que ofrecen, pueden llegar a los gustos de cualquiera, independientemente
de la edad, sexo, complexión física, etc. Así que solo puedo decir, que sigáis
así, ah! y que pongáis una clase de BDJ a medio día! Que somos muchas las que
la echamos de menos!.
Elena Lauer Jr.
Socia de Zagros Sports La Moraleja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario